miserias humanas, moderneces y mass media

comentario

Fragmento de comentario que le he hecho a Pablo en su blog, y que copio aquí para que no se me escapen cosas fundamentales:

si se rompe ‘españa’, ¿qué importa? otra cosa aparecerá, como otra cosa podría haber aparecido que no fuera ‘españa’ si la casualidad hubiera seguido otros derroteros… que no somos más que un pequeño átomo de este todo general que es y ha sido… y ‘españa’ no es más que un concepto labrado a través de los siglos, y que a través de los siglos puede volver a mutar, porque tú te mueres, pero la tierra seguirá existiendo, completamente ajena a ti, a tus principios a tus reconocimientos y sentimientos de propiedad. ante las etiquetas de facha, rojo sólo queda un apelativo: subnormal. subnormal el que las pone y el que las recibe y se las apropia. subnormal aquel que piensa que una nación es algo más que un sistema de ordenación de la convivencia del modo más satisfactorio posible para la mayoría, sin necesidad de deificar nociones tontas presuntamente trascendentales. y si hubiera que elevar algo a los altares, ahí debería estar la razón para obligar al mínimo común denominador de todos.

qué idiotez defender la ‘unidad’, y qué gilipollez aún más grande es defender, por ejemplo, eso (ese concepto) llamado ‘euskadi’ (y como ese tantos otros) y encima matar a gente, e impedir la libertad de obra y casi de pensamiento a otros muchos a los que no se mata pero se hace aún más daño que si se les dispensara la muerte, puesto que con la excusa de una idea absurda se les arranca lo que les debe corresponder como los seres humanos que son…

a mí todo esto que está pasando [esta crispación y eso, añado] me parecen tontadas de raquíticos mentales.

si imperara el sentido común y el verdadero sentido crítico que es el que te hace mirar a las personas como tales y valorar los hechos como meros hechos, nada de esto estaría ocurriendo, y ni tú ni nadie tendría que estar sintiendo vergüenza de nuestra humana condición.

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10 comentarios en “comentario

  1. – Pero, independientemente de la oportunidad del comentario, díría que sí, que auri tiene razón: no somos más que una parte del universo que se sobrevalora. Siempre tratamos de justificar nuestra vida y nuestra muerte como un gran sacrificio, como un deber sagrado cuando no lo es. No obstante, pienso que las obras humanas, aún partiendo de su insignificancia objetiva, sí que tienen la virtud de conseguir esfuerzo y belleza donde sólo había carne y sangre. O sea, que lo que conseguimos, las metas que nos proponemos y las metas logradas no deberían avergonzarnos, ni deberíamos infravalorarlas. Porque, por ejemplo, que hace más de 500 años, un grupo de soldados fundamentalistas cristianos acabara con el poder del islam en la península ibérica, ha provocado, por ejemplo, que auri, hoy, no vaya por la calle con burka. Es decir, que la realidad, sin ser metafísica, sí que tiene razón en defenderse. Yo creo que la unidad de España es un fin noble: no por su esencia, ni por la raza, ni por la identidad, sino porque representa (aquí y ahora) una esperanza de libertad y de igualdad, y de convivencia de gentes diferentes. Si esa unidad, en un futuro, significara ir en contra del progreso y de la libertad, yo apostaría por otra cosa. Pero el debate en nuestro país se desarrolla entre grupos nacionalistas (nazionalistas) periféricos etnicistas y excluyentes y los demás. Por eso mi toma de partido en este asunto.

  2. yap, pero aunque aprecie los aspectos positivos de una realidad histórica que no debo olvidar, no estoy en deuda con algo que ya no existe, porque ya no es. y la esperanza no debiera reducirse al corralillo particular de ‘españa’, sino que en todo caso debiera ser un ideario básico general, susceptible de ser buscado por cualquiera en cualquier momento y en cualquier rincón del planeta, a escala macro o micro; no es privativo de ‘españa’… porque es de cualquiera. no se necesita a esa ‘españa’ unida para buscar lo que mencionas, sólo se necesita sentido común. yo no creo que la unidad de españa sea más noble que otros fines; más que nada porque la mencionada esperanza es un fin incluso superior y que trasciende localizaciones. (sí pablo, al final acabé admitiendo que existen los universales, pero no a priori, sino como posterioris que perseguir para mejorar la vida.)

  3. – Yo creo que la «unidad de españa» es más un instrumento que otra cosa. Un instrumento que, aunque tú dices correctamente que no es privativo, sí que representa en el debate territorial una apuesta moderna frente a otras tendencias centrífugas y contrarias a la libertad. Porque ¡ojalá tuvieran todos sentido común!. Efectivamente nadie hablaría de estos temas. Pero la mejor forma de defender en nuestro país las libertades es apostar por el estado de derecho frente a la tribu. Y, hoy, aquí, ahora, el estado de derecho es el español.

  4. no todas las propuestas centrífugas son contrarias a la libertad. igualmente, quienes comparten ideas contrarias a las tuyas puden decirte que lo que tú quieres es contrario a su libertad. cierto que debe de haber un estado como garante de las libertades, un estado llamado de derecho, pero que además tenga que buscar la unidad territorial para imponerlo sólo demuestra la debilidad de la propuesta real que se está planteando, si no es capaz de convencer por sí misma (lo cual tiene que ver en la mayor parte de los casos de las personas que están al frente) y cuando la representación en un chiste. por eso, aunque no comparto el dogma, respeto a quien no se sienta representado y opte por disentir o querer tomar su propio camino.

  5. – Yo lo que creo es que País vasco y cataluña tienes un déficit democrático que se manifiesta en el nulo grado de crítica que producen en esa sociedad. Mientras a nivel estatal la crítica existe (incluso en dosis insultantes), en esas comunidades los medios de comunicación están al servicio de la ideología dominante y se silencian las voces contrarias: unas veces con la simple marginación política y otras, directamente, con el asesinato). Dices: «no todas las propuestas centrífugas son contrarias a la libertad. igualmente, quienes comparten ideas contrarias a las tuyas puden decirte que lo que tú quieres es contrario a su libertad». El nacionalismo me parece la ideología contraria a la libertad por exelencia. Su misma naturaleza colectivista evita el desarrollo del individuo en plenitud de derechos. No debería ser así, pero lo es. El argumento de la debilidad de loa argumentos no me parece acertado. Generalmente las buenas ideas no son aceptadas por todos (mira Afganistán: ¿acaso la crítica al burka fue escuchada?, ¿eso le quitó fuerza al argumento abolicionista?). En esos dos territorios prima la tribu sobre el hombre. Hoy en españa he de decir que sí: las propuestas centrífugas son contrarias a la libertad.

  6. el nacionalismo es contrario a la libertad. y sin embargo propugnas que para garantizar la libertad es necesaria como condición la unidad de españa… es que no lo entiendo, pablo. ¿en qué se pueden diferenciar como estados, si llega el caso, cataluña y españa si ambos son estados democráticos que pueden llegar a garantizar la libertad de sus ciudadanos? ¿por qué unos estados son más válidos que otros? ¿tribu contra hombre? sólo me parece que hablas de tribu vs. macrotribu, porque al fin y al cabo la unidad no se va a sostener sólo de facto, sin más implicación de las mentes de las personas; toda pretensión de unidad requiere de valores por encima de los hombres, existentes individualmente. es decir, seguirá habiendo un pathos colectivo, un sentir para que la unidad se mantenga, y una determinada presión hacia el individuo para que se mantenga medianamente en la ortodoxia por el bien del grupo (y si sólo fuera por el bien del grupo y no para mantener, además, el estatus de unos cuantos que no miran por el grupo). la unidad de españa nunca se va a mantener sólo por la razón… sdi la razón fuera el criterio, igual la unidad no sería el resultado…

  7. – Sabía que el debate transcurriría por ahí. El tema es peliagudo. Voy a intentar expresar mi punto de vista.
    El nacionalismo es, como he dicho, una ideología contraria a la libertad. Todo intento de sobreponer el colectivo al individuo no ha traído sino desgracias para la humanidad. Me dices: «sin embargo propugnas que para garantizar la libertad es necesaria como condición la unidad de españa»… sí y no. Sí creo que en el marco en el que nos movemos hoy es necesario porque, por mucho que les pese a los ynestrillas de turno, españa es un país postnacionalista. Su propia realidad combate permanentemente el nacionalismo españolista, tanto en el exterior como en el interior. Hoy, es evidente que españa no es un país nacionalista en el sentido del nacionalismo vasco y catalán.
    «¿en qué se pueden diferenciar como estados, si llega el caso, cataluña y españa si ambos son estados democráticos que pueden llegar a garantizar la libertad de sus ciudadanos?» Pues se diferencian en todo. En primer lugar los derechos y libertades que hay en euskadi y cataluña sob fruto de su permanencia en españa. La ley que defiende hoy la libertad de expresión, de voto, etc que hay ahí es la ley española. Yo no dispongo de datos para afirmar que en un euskadi independiente se respetaran los derechos de los no nacionalistas. Yo propongo una solución de compromiso si quieres. Es decir, no creo que la unidad en sí sea un beneficio para las libertades (mira marruecos y el sahara, que es al contrario), pero hoy y aquí esa libertad la proporciona el estado español. Porque la reivindicación nacionalista se mueve en argumentos esencialistas (que, al fin y al cabo, es el único argumento para secesionarse) y esa es la reivndicación que yo creo debe combatirse. No por españa en sí, sino por la libertad.

  8. entiendo, no es una cuestión del todo ideológica, sino práctica en última instancia, de que un estado de derecho fuerte puede ser más capaz que uno débil para hacer valer las libertades de sus ciudadanos, de ahí la inoportunidad de las tendencias secesionistas. como he dicho, lo entiendo, pero no lo comparto. porque no creo que efectivamente sea un estado postnacional, aunque ese parece que puede ser el camino; y no lo es porque la gran mayoría que postula la unidad, desde presupuestos distintos a los tuyos, no lo cree así. porque las intenciones que iluminan las críticas a la presunta ‘desmembración’ no llevan como fin defender el estado de derecho postnacionalista que me cuentas, sino que están en su mayor parte alimentadas por los movimientos polítivos de cada momento particular y por sentimientos ajados y nostalgias sin sentido. además, por esa regla de la unidad, dejemos de mirar a españa: apliquémosle ese nuevo modelo de deseable postancionalismo a la unión europea, que sería un estandarte bastante más acertado de lo que me propones.

  9. – No creo que sea así como tú dices. Es decir, considero que la defensa del estado de derecho viene desde la derecha (es verdad) pero tb de sectores de la izquierda ilustrada (ciudadanos de catalunya, fernando savater, felix de azua, etc). Lo malo es que la izquierda tradicional ha renegado de la idea de una españa moderna porque consideran que el mismo concepto de españa es franquista y, sin embargo, los nacionalismos periféricos son la panacea. Ése es el gran fraude (en palabras de savater) al que nos enfrentamos. Los movimientos estilo PNV son considerados en toda europa como ultraderecha (liga norte en italia) y aquí tienen ese prestigio antifranquista que los justifica para todo.
    Yo creo que defender un estado desde la homogeneidad y no desde y para la heterogeneidad plural y diversa es un grave error y hasta un crimen. España no puede defenderse (aunque se quiera) desde la homogeneidad porque es imposible. sin embargo, no he oido a ningún nacionalista vasco hablar de la euskal herria plural.
    Lo de la UE es una salida, desde luego pero una europa «de los pueblos» como pretenden desde los nacionalismos y no una «de los ciudadanos» es un paso atrás. Un salto.

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