Primero vinieron a por los funcionarios, pero como tenían un curro para toda la vida, nos dio igual.
Luego vinieron a por los controladores aéreos, y como cobraban un pastizal, nos dio lo mismo.
Después vinieron a por los profesores de la escuela pública, y como ya bastante bien vivían con dos meses de vacaciones, nos dio igual.
Poco más tarde, vinieron a por la sanidad pública en Cataluña, pero como era Cataluña, a quién le iba a importar.
Vinieron a por la Constitución, y como no es que le hayamos visto nunca mucho uso, ni nos preocupamos.
Hasta vinieron a por los dependientes, pero como nosotros no dependíamos de nadie ni nadie de nosotros, no movimos un dedo.
Ahora vienen a por nosotros con trabajos peores que los de nuestros abuelos en la posguerra. ¿Quedará alguien para defendernos?