Tren regional que para en todas las estaciones, sin primera clase ni climatización de ningún tipo, compartimentos de 8 plazas y asientos de escai, 50 minutos de retraso y hora y media de viaje por delante para apenas 60 kilómetros. Puede parecer un infierno, pero cuando te fijas en los paisanos que viajan de pie asomados a la ventana, y te da por hacer lo mismo, te encuentras con una experiencia irrepetible: el viento de los Cárpatos en la cara y el olor de los bosques y las montañas oscuras, entre las que se cuela el sol de la tarde de tanto en tanto… Avanzamos a velocidad de bicicleta, y lo cierto es que me va a dar pena que se acabe el viaje. Llegamos a Brasov atravesando su periferia, con sus fábricas, sus naves vacías y sus descampados. Ha sido el peor de los trenes y el mejor de los trayectos.
Hola estimado blogger¡
Estuve visitando tu Blog y está excelente, permíteme felicitarte.
Sería un gusto contar con tu blog en mi directorio y estoy segura que para mis visitas será de mucho interés.
Si lo deseas no dudes en escribirme a jackiexanky@hotmail.com
Exitos con tu blog.
Un beso
Jackie