el redoble más largo de mi historia con la PSP

 

Que si sale para principio de curso y se retrasa a noviembre. Que si sale para noviembre y se retrasa a fin de año. Que si sale para fin de año y se retrasa a febrero… Son muchas las vueltas que ha dado Dracula X Chronicles, el primer juego de la saga Castlevania para la portátil de Sony, sobre todo en su llegada al mercado español, ya que hace meses que está a la venta en Estados Unidos y Japón (uno piensa casi que mejor, así ya tienes trucos que han localizado los demás).

A todo esto, he de comentar que soy 100% legal en esto de los videojuegos, es decir, que me los compro. Y la razón es muy sencilla: porque sólo juego a lo que realmente quiero, y soy bastante conservadora en mis gustos, además de que sinceramente creo que mis videojuegos favoritos son obras, con su trama, su diseño, sus programaciones…, concebidas con mucho trabajo que hay que premiar de alguna forma. Algo parecido me pasa con la música, y me ha llevado a volver al vinilo y a desembolsar sin remordimientos por cajas y ediciones especiales (y también compro en iTunes, claro, aunque me parezca un abuso la equivalencia de precios frente al dólar). ¿Y a qué venía todo esto? Pues venía a que por haber optado por la vía legal, me he pasado todo este tiempo mordiéndome las uñas mirando a la PSP de reojo y con la sensación de que me faltaba algo.

Al fin ayer el abstencionista bajó al Hipercor con la firme intención de comprarme el juego. Y así lo hizo. Contenta, feliz, cuando desprecinto el juego y lo introduzco en la videoconsola, me pide actualizar el software (a la versión 3.71) para poder jugar, pero como soy un trasto y tengo la PSP descargada, no me deja ni siquiera actualizr hasta que la batería tenga algo de vida propia. Y a esperar otro rato…

Pero por fin ya se puede decir que soy una criatura plena. Y hasta puedo escribir unas líneas con mis primeras impresiones del juego. Lo pongo aquí debajo para no destriparle el juego a nadie.

Primer: no es como el Castlevania para las Nintendo (GBA o DS) donde tienes un mapa por el que avanzas y con el que te puedes orientar pulsando un botón que te lo enseña en tiempo real. Sólo ves una ligera orientación de tu ruta cuando estás en la pantalla de inicio del juego y selecciones la fase que quieras jugar, de entre las que tengas desbloqueadas porque las hayas superado, claro.

Segun: no puedes yr cambiándote de armas o equipando almas o habilidades, o al menos no por ahora y ya estoy en la fase 3 de 9. Esto te limita bastante. Tampoco puedes comprar pociones. Dependes de lo que te vayas encontrando al reventar muros y paredes, que es donde estan las cosicas. Y claro, tampoco puedes acumularlas…

Tercer: no tienes tantas opciones de ataques como en las entregas de Nintendo. Tienes el primario, el primario especial y el secundario, pero no puedes ponerte un espíritu guardián ni una habilidad con los botones L y D (los de arriba).

Cuarto: no tienes habitaciones de guardado, sólo puedes guardar si te pasas la fase completa venciendo al jefe, pero tienes 3 vidas, 3 oportunidades para hacerlo. Si pierdes una, te vuelve a poner en la entrada de la habitación donde te han liquidado. Si pierdes las 3, game over. Sólo te puedes reponer con elementos encontrados en las paredes.

Quinto: la jugabilidad está bien, pero al no poder adquirir nuevas habilidades como en los otros juegos (volar, bucear, etc.), se hace un poco monótona y se queda en un sencillo juego de plataformas donde saltas y subes y bajas escaleras. Ah, si te caes al agua, te mueres.

Sexto: es un juego en 2 D, y aunque pintón y bonito, no son mucho mejores los gráficos que los de los Castlevania para DS y GBA.

Conclusión: que aporta poco a la saga y además de no aprovechar las posibilidades de la PSP, tiene menos cosas chachis que los de Nintendo. Así que, aunque me pasaré muchas horas con la consola en las manos, y me lo acabaré como todos los Castlevanias anteriores, la sensación es de un poquito de decepción, en plan «tanto para esto».

Otro cantar son los juegos añadidos que incorpora «de propina», que son las versiones viejunas del Simphony of the Night (que ya me he pasado en GBA) y del Drácula original. Pero eso, como casi todo, ya es otra historia.