– Grande Rosenvinge…aún recuerdo la frustrada asistencia hace unos tres años a su concierto en la casa encendida de Madrid. Tuvimos que ver su actuación en una pequeña pantalla situada a la entrada de la sala donde cantaba. Pero valió la pena. Era la época de Foreign Land…
A mi los nuevos trabajos de esta mujer no me disgustan (pero es que no me puedo quitar de la caveza el “cada vez que me ves cruzo la pared…”, etc, lo siento, y me hace mucha gracia).
Lo que sí puedo asegurar es que en concierto es un pelín borde.
La estuve viendo en el Universimad, hace poco, y después de insultar sutilmente a los demás grupos que participaban (la verdad es que los tipos de música no encajaban nada, pero tampoco hace falta ponerse superior), nos dio un concierto de miradas glaciares y actitudes aburridas. Un poco descorazonador para los asistentes, bajo el sol de las cinco de la tarde, por muy mal público que fuéramos.
(A eso añado que le hace mucha falta que alguien la alimente. Le calculé, desde la primera fila, unos 30 kilos, y eso tirando para arriba).
De todas maneras, viva el pop suavón psicodélico, claro que sí.
Saludos y besos, Auri.
– Grande Rosenvinge…aún recuerdo la frustrada asistencia hace unos tres años a su concierto en la casa encendida de Madrid. Tuvimos que ver su actuación en una pequeña pantalla situada a la entrada de la sala donde cantaba. Pero valió la pena. Era la época de Foreign Land…
A mi los nuevos trabajos de esta mujer no me disgustan (pero es que no me puedo quitar de la caveza el “cada vez que me ves cruzo la pared…”, etc, lo siento, y me hace mucha gracia).
Lo que sí puedo asegurar es que en concierto es un pelín borde.
La estuve viendo en el Universimad, hace poco, y después de insultar sutilmente a los demás grupos que participaban (la verdad es que los tipos de música no encajaban nada, pero tampoco hace falta ponerse superior), nos dio un concierto de miradas glaciares y actitudes aburridas. Un poco descorazonador para los asistentes, bajo el sol de las cinco de la tarde, por muy mal público que fuéramos.
(A eso añado que le hace mucha falta que alguien la alimente. Le calculé, desde la primera fila, unos 30 kilos, y eso tirando para arriba).
De todas maneras, viva el pop suavón psicodélico, claro que sí.
Saludos y besos, Auri.
un beso, maja. me alegro de que me visites.–>